Se dice que nuestra vida urbana es rica en sedentarismo, hidratos de carbono y grasas saturadas. Que nuestra vista 4-ojos es óptima para leer los @, los # y encontrar el "Me gusta" en las profundidades de la pantalla. Que comemos muy salado, todo refinado y que bebemos más de una copa por comida. Que nuestros glúteos se asentaron, y que como ancianos, nos falla la postura. Se dice, aparentemente, que hemos perdido la frescura.
¡No! Pero si es el desarrollo el que nos saca un poco de rollo. Mucho transporte, mucho trabajo y poco tiempo para el deporte. Bah, menos para el que pasan por TV. Pucha que es cómodo el sofá y su mejor amigo, el control remoto. ¡Cuánto desarrollo!
Cefalea, disminución de la vitamina D, artritis, contracturas por doquier y la gripe estacional. Ahhh, y el estrés con todas sus consecuencias. ¿No es esto una cosa de locos? A no preocuparse, hay pastillas de todos los gustos y colores, para los avitaminados, contracturados y descuajeringados, que no son pocos.
No se explica como se sobrevivía antes, sin heladera, sin ventilador ni computadoras. ¡Sin automóviles, vacunas ni gaseosas! Sin helados, sin un poco de queso crema y sin arterias algo deterioradas. Sin diabetes tipo I, tipo II, sin las neuronas un poco alteradas. ¿Qué es lo que sucedía en la época de las cavernas?
¿Caminar? De la cocina al comedor. ¿Escalar? Las escaleras del trabajo, cuándo no anda el ascensor. ¿Recolectar/cazar? Con el changuito en el supermercado ¿Deportes en equipo? El clásico del domingo con amigos, en el living, con picada. ¿Transpirar? Si me olvido de prender el aire cuando manejo, siento que se me pega la camisa al respaldo. Eso es transpirar, ¿no?
...
Un cuerpo, una vida, para glorificar a Uno, para ayudar a muchos. Un cuerpo que refleja y simboliza, que habla por sí solo. Que nos lleva y nos trae, que lleva y trae. Es sangre, es piel, es mente, es templo, es vida, es Creación.
¡No! Pero si es el desarrollo el que nos saca un poco de rollo. Mucho transporte, mucho trabajo y poco tiempo para el deporte. Bah, menos para el que pasan por TV. Pucha que es cómodo el sofá y su mejor amigo, el control remoto. ¡Cuánto desarrollo!
Cefalea, disminución de la vitamina D, artritis, contracturas por doquier y la gripe estacional. Ahhh, y el estrés con todas sus consecuencias. ¿No es esto una cosa de locos? A no preocuparse, hay pastillas de todos los gustos y colores, para los avitaminados, contracturados y descuajeringados, que no son pocos.
No se explica como se sobrevivía antes, sin heladera, sin ventilador ni computadoras. ¡Sin automóviles, vacunas ni gaseosas! Sin helados, sin un poco de queso crema y sin arterias algo deterioradas. Sin diabetes tipo I, tipo II, sin las neuronas un poco alteradas. ¿Qué es lo que sucedía en la época de las cavernas?
¿Caminar? De la cocina al comedor. ¿Escalar? Las escaleras del trabajo, cuándo no anda el ascensor. ¿Recolectar/cazar? Con el changuito en el supermercado ¿Deportes en equipo? El clásico del domingo con amigos, en el living, con picada. ¿Transpirar? Si me olvido de prender el aire cuando manejo, siento que se me pega la camisa al respaldo. Eso es transpirar, ¿no?
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Un cuerpo, una vida, para glorificar a Uno, para ayudar a muchos. Un cuerpo que refleja y simboliza, que habla por sí solo. Que nos lleva y nos trae, que lleva y trae. Es sangre, es piel, es mente, es templo, es vida, es Creación.
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