¿Qué sucede con la basura que descartamos en nuestros hogares y que es llevada a un relleno sanitario o basural? Envuelta en bolsas de plástico, es compactada y enterrada bajo tierra. La parte biodegradable de esa basura es degradada por microorganismos, pero bajo tierra y con falta de oxígeno (anaeróbico), en un proceso lento. Allí se generarán muchos subproductos, entre ellos metano, que es un poderoso gas de efecto invernadero.
En el compostaje, en cambio, la materia orgánica se degrada en un proceso aeróbico, es decir, con oxígeno y sin producción de metano ni olor a podrido. Es por esto, y también para obtener fertilizante natural, que hacer compostaje en nuestras casas es una acción amigable con el medio ambiente.
¡A continuación les vamos a explicar como hacerlo!
Necesitarán los siguientes elementos:
A) Preparación del envase
Con algún elemento punzante, idealmente un clavo caliente sostenido por una pinza, realizar unos 8 orificios en la base del bidón. Por aquí drenarán los líquidos que vaya liberando el sistema. Luego realizar otros 12 orificios en diferentes puntos de la pared del envase. Por aquí ingresará el aire al sistema.
B) Matriz de aireación
Primero hacer una capa de piedras y arena, para impedir que se obstruyan los orificios inferiores. Luego colocar ramas y hojas secas en el interior del bidón, de forma que quede un entramado aireado en donde se alojarán los residuos.
C) Residuos y tierra
Con ayuda del embudo, introducir todos los residuos. Agitar el envase moderadamente (con inclinaciones a 45º) para que estos se acomoden dentro de la matriz de ramas y hojas. Finalmente, agregar la tierra y agitar nuevamente, para que esta se adhiera a todas las superficies húmedas de los residuos orgánicos hogareños. Esto debe ocupar como máximo 2/3 del envase.
D) Cierre y protección
Agregar una última capa de hojas para "esconder" los tentadores restos de frutas y verduras. Cerrar la tapa a rosca y colocar el envase sobre la tierra o sobre una bandeja que recoja el líquido que irá drenando. Finalmente, cubrir el bidón con la tela media sombra, para dificultar el ingreso de insectos.
E) Mantenimiento
En la primer semana, controlar olor y aspecto cada 2 días. No debe oler a podrido, sino a tierra y hojas húmedas. Luego, 1 vez por semana, agitar el envase para promover la buena aireación del sistema. En principio, no debe ser humedecido ya que los mismos restos de frutas y verduras guardan suficiente cantidad de agua. Si se colocó el sistema sobre una bandeja recolectora, el líquido drenado debe ser removido periódicamente; se lo puede usar para el riego de plantas, diluyéndolo en suficiente agua. Insectos: puede ser que aparezcan algunas moscas, pero si se hace un buen mantenimiento, nunca llegarán a ser un serio problema.
El proceso es lento y puede tomar algunos meses, pero con el paso del tiempo, la materia orgánica va perdiendo volumen y se va compactando, permitiendo el ingreso de una segunda y hasta una tercera carga de residuos orgánicos hogareños. Entonces, si se tiene lugar, se pueden tener varios de estos bidones, o bien un recipiente de mayor tamaño, como un viejo tacho de pintura. Recuerden que el producto final no es tierra común en la que pueden plantar vegetales, sino que la idea es mezclarlo con tierra "vieja" de canteros, macetas y jardines en general, y que recién ahí entre en contacto con plantas.
¡Y ahora, manos a la obra! ¡Van a ver que su funcionamiento es fabuloso!
En el compostaje, en cambio, la materia orgánica se degrada en un proceso aeróbico, es decir, con oxígeno y sin producción de metano ni olor a podrido. Es por esto, y también para obtener fertilizante natural, que hacer compostaje en nuestras casas es una acción amigable con el medio ambiente.
¡A continuación les vamos a explicar como hacerlo!
Necesitarán los siguientes elementos:
- 1 bidón de agua (5 ó 6 litros) vacío y con su tapa a rosca.
- 1 embudo ancho (puede ser una botella recortada)
- Pequeñas piedras y arena.
- Ramas pequeñas trozadas.
- Hojas secas.
- 5 tazas de tierra.
- 1 bolsa pequeña de basura orgánica vegetal (cáscaras, cabos, ramas, pulpas, etc)
- 1 tela tipo media sombra o similar.
A) Preparación del envase
Con algún elemento punzante, idealmente un clavo caliente sostenido por una pinza, realizar unos 8 orificios en la base del bidón. Por aquí drenarán los líquidos que vaya liberando el sistema. Luego realizar otros 12 orificios en diferentes puntos de la pared del envase. Por aquí ingresará el aire al sistema.
B) Matriz de aireación
Primero hacer una capa de piedras y arena, para impedir que se obstruyan los orificios inferiores. Luego colocar ramas y hojas secas en el interior del bidón, de forma que quede un entramado aireado en donde se alojarán los residuos.
C) Residuos y tierra
Con ayuda del embudo, introducir todos los residuos. Agitar el envase moderadamente (con inclinaciones a 45º) para que estos se acomoden dentro de la matriz de ramas y hojas. Finalmente, agregar la tierra y agitar nuevamente, para que esta se adhiera a todas las superficies húmedas de los residuos orgánicos hogareños. Esto debe ocupar como máximo 2/3 del envase.
D) Cierre y protección
Agregar una última capa de hojas para "esconder" los tentadores restos de frutas y verduras. Cerrar la tapa a rosca y colocar el envase sobre la tierra o sobre una bandeja que recoja el líquido que irá drenando. Finalmente, cubrir el bidón con la tela media sombra, para dificultar el ingreso de insectos.
E) Mantenimiento
En la primer semana, controlar olor y aspecto cada 2 días. No debe oler a podrido, sino a tierra y hojas húmedas. Luego, 1 vez por semana, agitar el envase para promover la buena aireación del sistema. En principio, no debe ser humedecido ya que los mismos restos de frutas y verduras guardan suficiente cantidad de agua. Si se colocó el sistema sobre una bandeja recolectora, el líquido drenado debe ser removido periódicamente; se lo puede usar para el riego de plantas, diluyéndolo en suficiente agua. Insectos: puede ser que aparezcan algunas moscas, pero si se hace un buen mantenimiento, nunca llegarán a ser un serio problema.
El proceso es lento y puede tomar algunos meses, pero con el paso del tiempo, la materia orgánica va perdiendo volumen y se va compactando, permitiendo el ingreso de una segunda y hasta una tercera carga de residuos orgánicos hogareños. Entonces, si se tiene lugar, se pueden tener varios de estos bidones, o bien un recipiente de mayor tamaño, como un viejo tacho de pintura. Recuerden que el producto final no es tierra común en la que pueden plantar vegetales, sino que la idea es mezclarlo con tierra "vieja" de canteros, macetas y jardines en general, y que recién ahí entre en contacto con plantas.
¡Y ahora, manos a la obra! ¡Van a ver que su funcionamiento es fabuloso!
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