¿El cuidado del medio ambiente es una responsabilidad cristiana?

La pregunta que nos vamos a hacer es la siguiente:¿Es el cuidado del medio ambiente una responsabilidad del cristiano?
Lo primero que hay que remarcar es que en general como raza humana hemos dejado este punto casi de lado durante mucho tiempo, sin embargo, vemos que hoy en día el movimiento ecologista va cobrando más y más impulso, aún dentro del ámbito cristiano, y algunos a los que anteriormente se los llamaba locos, hoy en día se los escucha con cierta inquietud.

Existen diferentes puntos de vista, algunos por su parte solo predicen cambios apocalípticos y destrucción del medio ambiente y condenan todo tipo de actividad, no conformándose nunca a los cambios que ocurren.

Por otro lado están los señaladores de los efectos y situaciones que vivimos como “señales de los tiempos” y espiritualizan todos los sucesos y factores que nos afectan a diario y lo ponen bajo la frase “Bueno Cristo se esta acercando”.

Todas esas aristas de un mismo cubo que llamamos realidad, tienen su parte cierta.

Por un lado no es una realidad ajena a ningún cristiano que nuestro Señor Jesucristo volverá, eso no lo dudamos, pero cuando, es una cuestión que ninguno de nosotros sabe.

Por otro lado los que señalan que deberíamos cuidar la creación de nuestro Dios tienen razón, ya que el ser humano es mayordomo de la creación de nuestro Dios. Ya que Dios lo puso para que cuidase y labrase la tierra.

Pero no es cuestión de frenar el progreso tecnológico y volver años atrás donde la agricultura o la alimentación se llevaban a cabo de manera diferente. Tampoco es cuestión de que como nos dice la biblia que vaya a haber “Cielo nuevo y tierra nueva”, no significa que tengamos que destruir los que hoy tenemos para acelerar, si se quiere, el regreso de nuestro Señor.

Pero bien ahora, caben hacerse unas preguntas fundamentales en todo esto… 
¿A qué llamamos progreso? 
O mejor aun ¿A qué llamamos desarrollo?

Cuando ingreso a internet a buscar la definición de progreso lo primero que me encuentro es es un concepto que indica la existencia de un sentido de mejora en la condición humana, y si, el mundo  ha progresado y nos encanta jactarnos de nuestros avances en tecnología y nuestros avances como civilización y de cuanto hemos avanzado.

Pero bien ¿No cabe destacar que el progreso muchas veces es solo para unos pocos, y en detrimento de otros?

No quiero generalizar pero creo que muchos de nosotros somos privilegiados, por la situación que vivimos o muchas veces no vemos o no queremos ver la realidad próxima donde estamos. No hace falta irnos hacia África central para ver la desigualdad que deja el abuso en el medio ambiente. Porque bien quienes son los beneficiados de la contaminación que se genera en la no inversión de para el tratamiento de efluentes en una fabrica… O bien tocando un tema más de moda quienes son los perjudicados por la mala utilización de un agroquímico en la pulverización sobre un cultivo.

Siempre propuse una línea un poco diferente, no digo que no haya que cultivar más, o que todo deba ser de naturaleza orgánica.

Solo digo que podemos ser responsables y hacer las cosas con conciencia hemos dejado de lado este tema para concentrarnos mas en cuestiones mas “importantes” si se quiere, nos olvidamos que el mismo Jesús nos dijo que vallamos y que mientras caminamos en nuestra vida hagamos discípulos para El, pero esto implica también involucrarnos en cuestiones como ésta, exponiendo que es lo que pensamos y siendo sal y luz, no solo con nuestro pensamiento sino también con nuestras acciones. 

Podemos mejorar, podemos detener un poco los efectos nocivos que hemos producido, y con nuestra conducta glorificar a Dios por medio de nuestras acciones.

Es inevitable que el ser humano no modifique el lugar donde esta, el mundo funciona de esta manera pero no debemos hacerlo en pos de la codicia y de llenarnos los bolsillos de dinero.

Me duele pensar que solo en Argentina producimos suficiente para alimentar a todo Latinoamérica.

¿Pero bien que podemos hacer al respecto?

El mundo se mueve rápido y estamos siendo llamados a actuar, todo lo que podamos hacer por pequeño que sea es válido.

- Apaguemos las luces cuando no estamos en la habitación.

- No desperdiciemos el agua estando 1 hora bajo la ducha.

- Tratemos de caminar más no usar tanto el auto (cuando podamos no digo que no halla que usarlo).
- Etc.

No voy a citar mas ejemplos cotidianos existen infinidad de páginas web repletas de este tipo de consejos.

En cuanto a cuestiones mas profesionales, tratemos de cambiar un poco nuestra mente y dejemos que el Espíritu de Dios nos transforme, particularmente en mi profesión de agrónomo veo muy instaurado el rol de producir más, a cualquier precio, inclusive dejando de lado la vida. Creo que todos podemos hacer algo por el medio ambiente, y es buena idea que podamos debatirlo y charlarlo en nuestra iglesia, con nuestros amigos, en la universidad, trabajo o donde sea.

Y no pensemos que nuestras acciones pequeñas no van a tener repercusión, hace poco conocí a unos jóvenes maravillosos, que se comprometieron con anillos de acero quirúrgico porque están en desacuerdo con la extracción de oro con cianuro.

[El cianuro (HCN), es utilizado en la extracción del oro en la minería, este se utiliza para disolver y recuperar metales como el oro y la plata mediante el proceso llamado lixiviación (el oro se va al fondo y queda depositado) (Fuente Wikipedia).]

Es una vergüenza que tengamos que haber inventado los conceptos de huella hídrica, huella de carbono y huella ecológica. Lo correcto sería que ninguno de nosotros deje una huella nefasta en esta tierra.

Seamos creativos todo lo que podamos hacer vale y es bueno para la naturaleza.

Tomo la frase de el padre Mamerto Menapace que dice: “la tierra la heredamos de nuestros padres y la tomamos prestada de nuestros hijos”.

Seamos consientes que la majestuosidad de la creación de nuestro Dios merece cuidado, es una obra
Pongamos manos en acción, y mientras vamos caminando y hacemos discípulos suyos, cuidemos de nuestra tierra por amor a nuestro Dios…