Compromiso de todos

En 2015, los argentinos iremos a las urnas para votar un nuevo presidente. En nuestro carácter de sociedad presidencialista esperaremos que la persona que sea elegida tome un rol protagónico, promueva cambios favorables y resuelva nuestros muchos problemas: sociales, económicos, ambientales, entre otros (aunque nunca vi estos últimos en la agenda). Pero, ¿no parece una tarea demasiado pesada para una sóla persona (y su equipo de ministros)? (*)

Claro, además contamos con los otros dos poderes: el legislativo y el judicial. En teoría, esta división favorece la distribución de tareas, de responsabilidades, de poder, y debería funcionar en un sano equilibrio. Suponiendo que esto fuera así, y que todos sus integrantes fueran honestos y trabajadores, ¿alcanzaría para salir adelante como país y erradicar todos nuestros inconvenientes?


Imaginemos que los sindicatos tendrían sus demandas, los empresarios querrían mayores márgenes de ganancia, los docentes buscarían mejores condiciones laborales, los estudiantes marcharían por mayor presupuesto educativo, y todas las familias e individuos continuarían luchando por mantener y/o mejorar sus condiciones económicas, educativas, afectivas y de salud. A nivel colectivo o individual, a niveles institucionales diferentes, con justificaciones diversas, todos los actores de la sociedad, de alguna manera, continuarían buscando el bienestar propio, la satisfacción de un conjunto limitado de la sociedad y, quizás sin saberlo, yendo en contra de los intereses de otros grupos. Esto es una dinámica normal y en parte está bien, pero necesariamente debe haber un balance con una búsqueda del bien común, otra vez, en todos los niveles del entramado social. (**)

¿Cómo se busca el bien común? La respuesta no es sencilla y el tema es amplio, pero se puede comenzar por:

1) Tomar conciencia que toda acción tiene un impacto sobre nuestro entorno social y ambiental, y charlar de esto con otras personas (***)
2) En la rutina semanal, en el trabajo, en el estudio, en casa, realizar cambios en beneficio del entorno, que afecten positivamente a la sociedad y el medio ambiente
3) Dedicar algo de tiempo, bienes y/o dinero a iniciativas que beneficien el entorno, que afecten positivamente a la sociedad y el medio ambiente

Todos jugamos un rol en la sociedad. Con nuestras habilidades, nuestro dinero, nuestro conocimiento y tiempo podemos lograr un impacto positivo inimaginable. Esto en la práctica contagia, se multiplica, y crece transformando la realidad para alcanzar una vida más equilibrada y un país más justo.


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(*) Idea: Un equipo deportivo difícilmente gana un campeonato sólo por un jugador, por el capitán o por el director técnico. Se requiere un involucramiento de cada una de las partes, una integración y una búsqueda grupal del objetivo. Lo mismo sucede en un país. Ningún líder político por sí śolo, por más capaz y eficiente que sea, puede rescatar a un país sin una sociedad conciente, considerada, involucrada, comprometida, tolerante y generosa.
(**)¿Por qué? En base a una conclusión más bien empírica que sale de observar al ser humano, se puede decir que tendemos generalmente a buscar nuestra seguridad y bienestar personal, y luego vamos por más, siempre anteponiendo nuestra vida por sobre la del resto. Es una mezcla entre supervivencia y excesos que nos termina afectando negativamente (aunque no nos demos cuenta en un principio).
(***) Ejemplo: La botella de aceite que compré ayer benefició a una empresa (cuyo funcionamiento tiene un impacto ambiental) con sus empleados y empleadores, y a toda la cadena de comercialización que la hicieron llegar desde la fábrica hasta mi casa, el aceite mismo tendrá un impacto en mi cuerpo/salud, y esa botella terminará probablemente enterrada bajo tierra donde permanecerá por años.

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