Cuando el mundo planea abandonar la energía nuclear, Argentina apuesta por ella.

La energía nuclear se utiliza comúnmente con 2 fines, uno muy perverso y conocido es el de las bombas nucleares, que todavía no puedo entender/creer que hayan sido utilizadas y me da cosa pensar que gracias a ellas el mundo vive supuestamente en una paz asegurada por la "seguridad de la destrucción mutua" que ellas brindan, y el otro uso es el de la producción de energía eléctrica en centrales nucleares.


Sólo basta con buscar la frase "accidente nuclear" en google imagenes para darse cuenta las consecuencias terribles que puede tener un incidente en este rubro, ya que, ya sea una bomba, un desperfecto en una central nuclear o la liberación al ambiente de los desechos producidos por estas, producen efectos radiactivos que provocan deformación, cánceres y demás por muchas generaciones.
Esto es así ya que una vez que el material radioactivo ha cumplido su ciclo de vida útil, debe ser desechado pero a pesar de que ya no es viable para producir energía, conserva aún la suficiente cantidad de radiación como para resultar peligroso. Esta radiactividad suele tener una vida media muy larga, por lo que se hace indispensable almacenarlos en algún sitio alejado, geológicamente estable, y lo suficientemente protegido como para que sus emisiones no resulten perjudiciales para el medio ambiente. Generalmente se hace dentro de grandes piletones de agua para su enfriamiento, estos almacenamientos son muy costosos y en teoría seguros, pero se necesita de una gran infraestructura y gran capital para mantenerlos.


Las grandes potencias nucleares arrojaron, durante décadas, miles de toneladas de desechos radioactivos al mar. Desde el comienzo del uso de esta fuente de energía y hasta no hace mucho tiempo atrás, la forma mas sencilla de deshacerse de los incómodos restos producidos por las centrales nucleares (o las fábricas de armas atómicas) era simplemente arrojarlos al océano (El trabajo de diferentes organizaciones ecologistas, Greenpeace entre ellas, logró que recién el 12 de noviembre de 1993 se prohibiese definitivamente el vertido al mar de todo tipo de residuos radiactivos).
Hoy en día se estima que se han arrojado unos 250.000 barriles llenos de material radioactivo a los mares de todo el mundo, a eso hay que sumarle varios submarinos nucleares que se han ido a pique, y algunos reactores completos que se desecharon en el mar al finalizar su vida útil.

El experto nuclear ruso Andréi Zolotkov, confesó que miles de barriles fueron vertidos por la Unión Soviética en el océano Ártico entre 1964 y 1986, y narró experiencias muy burdas en cuanto a ello, él comenta: "Como los barriles con desechos nucleares, no se hundían, los soldados tenían órdenes de agujerearlos con disparos". Ni falta hace aclarar que esos agujeros que le permitían hundirse han servido para que los desechos se filtren al agua de mar. Cosas como éstas sucedieron y siguen sucediendo hoy en día, sólo basta pensar en las catástrofes ambientales que están ocurriendo en el fondo del mar sin que nadie lo sepa (O lo saben y no lo dicen :S) y las que ocurrirán más adelante, ya que los barriles que llegan sanos al fondo del mar tardan entre 20 y 40 años en abrirse.


Un incidente interesante ocurrió en Alemania, y corresponde con el dilema atómico que afronta ese país. Lo que pasó fue que en lugar de mandarlos al mar decidieron enterrar casi 50.000 metros cúbicos de residuos radioactivos una mina de sal, a 800 metros de profundidad, por considerar que la sal era un material compacto, que daba seguridad contra los riesgos de contaminación. Todavía era poco lo que se sabía sobre la radiactividad y los movimientos ambientales prácticamente no existían. Esto ocurrió en 1967 pero lo que no esperaban fue que en 1998 comenzara a entrar agua subterránea a las galerías, lo que les dio la razón a los que sostenían que la sal no era tan compacta como se creía y, por lo tanto, la mina no era un lugar seguro para almacenar residuos radioactivos.
Hoy en día el gobierno alemán no sabe qué hacer con el depósito en las minas de sal abandonadas ya que gasta al menos 75 millones de euros anuales en una estructura de 300 empleados, 250 de los cuales bajan cada día para extraer el agua que amenaza con inundar la mina y provocar un desastre, sumado a esto, los vecinos de la zona exigen que todo ese material sea removido.
Yo pensaba, los hubieran tirado al mar y se ahorraban todo este lío jeje.
Como consecuencia de esto (y después de la catástrofe de Fukushima en Japón) el gobierno alemán anunció que el país abandonará completamente la energía nuclear a más tardar en 2022, además el mismo Japón y Suiza anunciaron que la abandonaran. Sin embargo, hoy en día, en el preciso momento en el que grandes potencias del mundo planean abandonar la energía nuclear, algunos países, Argentina entre ellos, apuestan por ella.


El caballito de batalla de nuestro país se denomina Carem y es un proyecto de mini-central nuclear que Argentina quiere producir para instalar en su territorio y para comercializar con países del exterior.
Este proyecto es considerado como prioridad dentro de la politica nuclear pero lo más interesante es una de sus características, ya que, por ser de baja potencia, el prototipo CAREM podría abastecer solamente a una población de aproximadamente 100.000 habitantes. Esto quiere decir que si se quisiera abastecer a todo el país con esta única fuente de energía (Esto no es así, se utilizan una pluralidad de fuentes de energía) se necesitarían unas 400 centrales nucleares instaladas en nuestros pagos, esto es casi igual a la cantidad total de reactores que hay en todo el mundo. :O
¿Interesante no?
Estaríamos hablando de una especie de campo minado, pero con reactores nucleares, y esto me hace hacerme unas preguntas.
¿Está Argentina preparada para mantener una gran cantidad de reactores nucleares?
¿Está Argentina preparada para mantener una gran cantidad residuos nucleares producidos por estos reactores nucleares?
¿Que nos pasa a los argentinos, estamos locos?


No puedo borrar de mi mente la imagen de los ingenieros nucleares japoneses que salieron a dar las conferencias de prensa después de la catastrofe de Fukushima, en la que como consecuencia de un tsunami varias centrales nucleares quedaron bajo agua y destruidas. Recuerdo específicamente al director de planta nuclear de Fukushima que lo único que hacía era llorar, no le salían palabras, esto me impactó realmente. Japón era un país que en teoría estaba a la vanguardia en el tema de la energía nuclear y hasta ese momento había sido considerado como el país mejor preparado para afrontar terremotos y tsunamis.
Entonces, ¿Que le deparará a la Argentina (Que todos sabemos está menos preparada) si avanza con este proyecto? 

Esto de la energía nuclear me da que pensar, tiene demasiado poder destructor, demasiado.

Este problema podría ser cortado de raíz desarrollando fuentes de energías limpias, pero salvo algunos proyectos aislados, parece que aun falta mucho para que esto ocurra, parece que la energía nuclear constituye un jugoso negocio para los políticos argentinos.

Comentarios

  1. Estamos ciegos, parece que no queremos ver que nuestro fin se acerca. Debemos cambiar ya la forma de vivir, producir y consumir. Necesitamos un cambio de paradigma vital urgente.

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  2. Muchachos, les atrasa el Pravda!!!!
    El mundo, luego de la pavada alarmista infundada, esta volviendo a la energia nuclear por se barata, no contaminante y segura.
    La tasa de accidentes en plantas nucleares y los daños provocados, es menor en comparacion con las plantas de Carbon.

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  3. No, los argentinos no estamos locos. Sólo que hay dos variedades de fauna dañina entre nosotos: la primera, la de los imbéciles, cuyo número es infinito. Son los que atacan la energía nuclear porque ni siquiera conciben que han pasado treinta años desde Chernóbyl. Menos aún están enterados, estos intonsos, que desde 1974, con la inauguración de ATUCHA I, decana de Argentina y de LATAM, y con el agregado posterior de EMBALSE y ATUCHA II, millones de bonaerenses, porteños, cordobeses, y a veces hasta uruguayos, han sido provistos durante CUARENTA Y TRES AÑOS BIEN CUMPLIDOS de nucleoelectricidad por estas plantas sin el menor percance personal o ambiental. No podemos, ciertamente, negarles el derecho a rebuznar "¡No a la nuclear, aquí y en todas partes..!", pero, ¿sabrán algo del calentamiento global..? Nada de esto arguye nada contra las energías no convencionales, pero la civilización actual requiere energía DE BASE ABUNDANTE Y ABSOLUTAMENTE CONTINUA, a las que aquéllas han de servir, ciertamente, como su COMPLEMENTO. Además, y esto tiene importancia suma, pero le pasa inadvertido sin remedio a estos precitos, la energía nuclear es la puerta de entrada más amplia y fértil que se concibe para multitud de tecnologías de punta, necesarias para la independencia industrial de la Nación. Hablé hasta ahora de los estultos. Me restan los MISERABLES a sueldo, es decir los CIPAYOS, los repugnantes siervos de los imperios del Norte, que han tratado por todos los medios, durante décadas y más décadas de sofocar el desarrollo nuclear argentino, a través de los pasquines inmundos que controlan. Y lo peor es que los primeros tampoco comprenden que les hacen el juego a los últimos. ¡LARGA VIDA A LA CNEA, AL INVAP, Y A LAS CENTRALES NUCLEARES ARGENTINAS, PRESENTES Y FUTURAS..!¡LARGA VIDA A LA INDUSTRIA NUCLEAR ARGENTINA..que envía al Perú, a Argelia, a Egipto, a AUSTRALIA los reactores de investigación nacionales, de los cuales el OPAL australiano se constituyó, con los 180 millones de dólares que trajo al país, en la exportación de mayor valor unitario EN TODA LA HISTORIA COMERCIAL ARGENTINA..! ¡ODIO Y DESPRECIO ETERNO A LOS TRAIDORES..! ¡SEÑORES SIMPLICIOS, entérense de que INGLATERRA negocia con CHINA la provisión de una CENTRAL NUCLEAR "costosa", "peligrosa" e "ineficiente"..!

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